– Previene las conductas delictivas y la comisión de delitos.
– Son una prueba de prácticas éticas, transparentes y lícitas en una posible
instrucción penal.
– Pueden evitar la responsabilidad civil subsidiaria.
– Favorecen las buenas prácticas de la empresa,
fortaleciendo la imagen corporativa.
– Previenen los riesgos de marca.
– Tiene un claro retorno en la gestión y cuenta de resultados de la empresa.
– Genera confianza en el entorno interno y externo de la empresa.
– Es una clara ventaja competitiva frente a otras empresas que no lo tienen.
– Refuerzo reputacional en las relaciones internacionales.